29 de agosto de 2011

La Madre Teresa, ícono de solidaridad..

La Argentina institucionalizó el 26 de agosto, fecha del nacimiento de la beata, como el Día Nacional de la Solidaridad. ¿Qué motivó a esta religiosa a dar hasta que duela y a entregar la vida por los demás?


La beata Madre Teresa de Calcuta, es sin duda un ejemplo de amor al servicio de los más necesitados y desprotegidos. Es por ese motivo que cada 26 de agosto en nuestro país se celebra el Día Nacional de la Solidaridad, en conmemoración del nacimiento de esta mujer, solidaria desde el amor y la entrega.

"Los pobres son la esperanza del mundo porque nos proporcionan la ocasión de amar a Dios a través de ellos", solía decir.

Motivados a seguir su ejemplo de vida, son miles los hombres y las mujeres de la Argentina y del mundo que confirman cada día que ser solidario es ponerse a entera disposición, involucrarse, comprometerse para ayudar a transformar la realidad de quienes padecen situaciones de injusticia y, por sobre todas las cosas, como decía la Madre Teresa, es "poner el amor en acción".

Cuando recorremos la historia de Agnes Goinxha Bejaxhui, quien nació el 26 de agosto de 1910, en Skopje, Albania, quien fuera luego Madre Teresa de Calcuta un milagro de Dios para todo el planeta, para toda la humanidad.

Ella humildemente decía que en realidad su fecha de nacimiento fue el día 10 de septiembre del año 1946 en una calle de Calcuta cuando se encontró con el dolor desgarrante, una mujer llagada y moribunda tirada a quien asistió levantándola, caminando hasta un hospital y pidiendo una cama. "La mujer murió allí, en la primera, la última y seguramente la única cama que tuvo en su vida".

Vargas Llosa decía que su cara estaba "esculpida a cuchillazos", porque el verdadero amor hace sufrir, un sufrimiento de amor para servir a los pobres, a los enfermos y a los desprotegidos con total desprendimiento del egoísmo y de la falta de equidad- tan común en nuestro tiempo- con una entrega total resumida en una de sus frases "Ama hasta que te duela".

Difícilmente se podrá igualar a esta noble mujer, ícono de solidaridad, simple que llegó a ser Premio Nobel de la Paz.

"Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido", sintetizaba como vocación.

Fuente: VR

Ave María y Adelante...!
De Colores...!

23 de agosto de 2011

El cansancio de los buenos..

Este fue nuestro primer llamado, como el de Jeremías. Nos queríamos en que la anterior, y envueltas en las grandes crisis de nuestro conocimiento humano cristiano.
En aquella primera llamada, y luego la segunda en que Jesús pasó por mi vida, por nuestra vida, me pidió mi tiempo, mi persona, mi vida. Y como los Apostoles hemos respondido con euforia, con los hechos, ellos dejaron todo y siguieron a Jesús, dejamos la vida de pecado, nuestra vida doble, nuestra indolencia. Pero con el tiempo empezamos a buscar excusas y hoy en día todos estamos muy ocupados.
Eso sí Señor, “algo te voy a dar”, “algo”. Pero la cosa no era tan sencilla. Dios nunca pide algo. Dios siempre pide TODO y cuando le damos algo, Él nos deja de hablar. ¡Cuidado! ya no nos habla, empieza a callarse. Y uno empieza a sentirse solo, empieza el vacío interior y tenemos la sensación como si Dios comenzara a retirarse. Es que tenemos que comprender que nuestro algo para Él significa todo, y entramos de lleno en la crisis como Pedro, que había abandonado todo en la primera llamada pero que fue un seguimiento de tres años muy superficial. En cuanto Jesús habla de la Cruz él se escandaliza. ¡Esto sí que no, Señor! En la Pasión se ve toda su poca consistencia en la conversión y seguimiento pues hay una triple caída, triple traición. Su conversión era superficial. Su autosuficiencia y sus miras humanas lo derrumbaron. Y Jesús aprovecha esa misma crisis para volver a llamarlo a la conversión más madura y decisiva. Y por tres veces le dice: “Pedro ¿me amas más que estos?”; “Señor tú sabes que te amo”.
Nosotros, al igual que Pedro, escuchamos en algún momento de nuestra vida la llamada a la conversión. Decidimos tomar en serio el cristianismo, seguir a Cristo con todo. La presencia del Señor era sentida, la oración nos aportaba consuelo, e compromiso apostólico social nos llenaba, no queríamos ponernos límite a la caridad y al sacrificio.
Con el tiempo todo fue cambiando: vino la crisis lenta y progresiva (lo que los Papas llaman el cansancio de los buenos), los valores evangélicos perdieron atracción, la presencia sensible del Señor se iba diluyendo en la oración, vino la aridez, seuqedad espiritual, oscuridad, vino la primera tentación: abandonar la oración personal. ¡Cuidado! Cuando esto comienza a ser realidad ¡Alerta! La primera gran tentación es abandonar la oración personal, después lo demás cae lentamente, pero en forma implacable: los compromisos apostólicos se hacen con rutina, los trabajos y problemas que tenemos que abordar se van repitiendo con fatigosa similitud, y debemos hablar siempre de las mismas cosas, la naturaleza se rebela, vienen las desilusiones, los fracasos y vemos la relatividad de nuestro empeño.
Las dificultades, obstáculos y persecuciones se van multiplicando. A veces las persecuciones vienen de donde menos lo pensamos: de los compañeros de trabajo, de las autoridades eclesiáles, sacerdotes; y de repente sobreviene el cansancio, un deseo de independencia, de hacer algo más interesante, de hacer nuestra vida, un deseo de instalarnos, de trabajar lo indispensable, sin búsqueda, sin cambio, sin creatividad, y empezamos a buscar excusas. Nos habían servido la sopa demasiado caliente, el caldo era demasiado gordo para rebajarlo de un solo saque, y buscamos un momento para diluirnos en la masa, ser uno más de la manada, era más fácil ser uno más que ser luz que tiene que ser puesta sobre la mesa.
Pero siempre de nuevo en medio de la crisis, de la indiferencia total, de la aridez, en el silencio interior, nos miraba el Señor, nos miraba Jesús, tenía clavada su mirada en nosotros, como miraba a Pedro la noche de la triple acción. Era una mirada de interrogación silenciosa, pero muy fuerte: ¿Vienes conmigo o te vas? Es que para seguir a Jesús hay que ser muy pobre, hay que tener un corazón humilde, nada de creerse algo, nada de creerse señores de la historia, nada de ser trepadores.
...Siempre nos brotó el Señor, pero en medio de la crisis nuestra mente quedó perturbada porque nos empezaba a parecer que el Señor no correspondía a esta época actual, no comprendía a esta época, que el Evangelio, la Biblia, tenía muchas cosas discutibles, que habíamos leído en ciertos libros y revistas científicas en la facultad y fuera de la facultad, que éramos suficientemente inteligentes, ya pertenecíamos a la clase de los inteligentes, y que ya no nos caía bien el escuchar hablar de huir del pecado, la ocación de tomar en serio el amor. Y Jesús se nos vino a hacer muy pesado.
En una palabra un día nos cansamos, nos cansamos de ser testigos, de luchar solos, de ser incomprendidos, nos cansamos de remar contra la corriente porque nos daba la impresión que el mundo no tenía interés de seguirnos por un camino de amor, para crear una civilización de amor; que le gusta más este cine repugnante, esa TV vacía de contenido, estas revistas donde vemos la provocación contra la moralidad, la religión, la decencia.
...Nosotros los dirigentes hemos recibido no solamente gracias especiales, sino gracias muy grandes, sin las cuales no estáriamos en el lugar que ocupamos hoy dentro de la Iglesia.
Como es lógico, surge en nuestro interior la pregunta que hizo el joven rico: -“¿Qué tengo que hacer Señor?”
-Vende lo que tienes y dáselo a los pobres, después ven y sígueme.”
La conclusión se impone, tendremos que arremangarnos de nuevo, al mundo no le molestan los que se quedan callados. El que fastidia, el que molesta, es el que habla. Téngalo presente. A veces tenemos miedo de ser calificados como molestos, como perturbadores y nos gustaría tal vez ser como antes, únicamente admiradores de Jesús, y no sus seguidores y apóstoles. “VENDE” ¿qué cosa? Tu comodidad, tu pereza espiritual, “ven y sígueme”. Pero queremos seguir acusándonos, hemos entrado en otra etapa de la vida, con otras necesidades y problemas; la segunda gran tentación. Es que tenemos que saber que el Señor tiene una sola etapa: SER AMADO Y AMAR AL OTRO y tiene una sola necesidad: salvar al mundo, a los hombres sus hermanos. No hay otra etapa, no hay otra necesidad. El día en que Jesús sea tomado en serio, el mundo será más humano y fraternal.
...Muchos se fueron, muchos se van, jornadistas jóvenes de mi parroquia, de la universidad, de lso centros de trabajo, y nosotros tal vez preocupados por agradar a nuestro pequeño grupo, buscando reconocimiento, buscando la gloria. El apóstol acepta el cariño del pueblo, pero no se hizo apóstol para buscarlo. Se acepta el cariño del pueblo porque lo necesitamos, por eso el Señor nos dio un corazón de carne, pero no lo buscamos. Si el pueblo se muestra agradecido bien ¡en buena hora!, pero no vamos a ir a buscar esa gloria. Hemos cometido un terrible pecado de omisión, muchos se fueron, los dejamos ir. Y no nos preocupa buscarlos, y el Señor nos dice: “Yo mismo recogeré el resto de mi rebaño”.
Podríamos tener al mundo en nuestras manos y en cambio nos arrodillamos ante Él, como el pueblo de Dios se arrodilló en el desierto ante el becerro de oro.
...Quizás llegue el día en que lleguemos a ser profetas como Jeremías y nos lancemos a todos los caminos, porque como Jeremías fuimos llamados, elegidos, purificados y destinados.
¡Señor! Hoy te queremos agradecer, sí agradecer, porque nos sigues importunando, en buena forma. Que no nos dejas tranquilos en nuestras comodidades y en nuestras crisis, porque no nos dejas escapar cuando te traemos excusas baratas.
¡Gracias Señor! Porque estoy pasando, o he pasado, o he de pasar por la crisis del cansancio de los buenos, porque así he vuelto a ser más pobre y humilde, más desconfiado de mis propias fuerzas y me he vuelto más confiado en tu fuerza; en la fuerza de tu Espíritu Santo. Porque el apóstol es siempre un hombre que no está todavía hecho, que tiene que seguir luchando para ser como Tú. No estamos realizados, no estamos todavía hechos.
¡SEÑOR! Discúlpame que aquí hago una cotación pues analizando tu vida creo que también tuviste tu bajón de cansancio, perdonáme Señor esta impresión un poco atrevida pues creo descubrirlo cuando dijiste: “Hasta cuando tengo que aguantar esta generación incrédula! ¡Hasta cuando tengo que soportarlos!”, pero también agregaste: “venid conmigo a un lugar solitario a descansar un poco”.
¡Gracias Señor! Por habernos llamado de nuevo junto a Ti para rever nuestra vida.
Señor, te confieso sinceramente: tengo amor a los hombres mis hermanos, si no no estaría aquí. Creo Señor que Tú eres la única respuesta de nuestro tiempo. Que todos te están esperando, tal vez sin saberlo con claridad; porque desde aquellas palabras: “Cuando yo sea levantado en alto todo lo atraeré a Mí” ya nadie puede vivir como si tú no hubieses pasado por el mundo. Como si tú no estuvieras en el mundo.
¿Cuál es la solución para salir, para vencer este cansancio? En el fondo se trata de redescubrir los grandes valores que nos atrajeron al comienzo al comienzo bajo una nueva luz. ¿Y cuál es la solución? Seguir ORANDO. Parece mentira cómo se está repitiendo esta palabra, REZAR. Pero rezar en la pobreza, y esto no es tan fácil. Rezamos muchas veces con angustia, con miedo, con temor, con desconfianza. Pero rezar con pobreza no es tan fácil, ¿Y qué significa esto de rezar con pobreza? Lo que hizo la Virgen cuando recibió el gran anuncio, cuando recibió los grandes piropos ¡DIOS TE SALUDA! ¡la mujer llena de Gracia! No hay nadie en la Tierra que haya escuchado alguna vez un piropo más grande de parte de DIOS, como esta mujercita, muy joven, desconcertada.
Por eso, la gran renovación para volver al primer fervor es seguir orando, entregándose a los demás. Trabajando y esperando con oscuridad y aridez, inspirados en las convicciones de la Fe.
¡Señor, dame un corazón de pobre! Para que esté disponible totalmente a la acción Divina como María tu madre.
¡Señor, devuélvenos nuestro primer fervor! Vuelve a calentar nuestro corazón con tu amor. No me dejes en mi frialdad, apatía e indiferencia.
¡Tengo nostalgia de tu Amor! Has dicho: “He venido a traer fuego”, dame algo de tu fuego para incendiar al mundo de Amor. Pero empezar aquí Señor, en esta Jornada, amar a los que están aquí, contribuir con mi aceptación del otro, con mi respeto, a formar una comunidad de amor par luego llegar al gran sueño: “La civilización del amor”.
Tenemos que empezar aquí y como dije anoche: “alguien viene, es Jesús”.
Salgamos a su encuentro para decirle: ¡quédate con nosotros Señor! Porque para el compromiso cristiano no hay mañana, es hoy cuando tiene que realizarse.
Por eso Señor, con sencillez de corazón te volvemos a repetir: Quédate con nosotros para comenzar a amarnos y ser un testimonio ante los hombres, testimonios de Amor.

¡Que así sea!
P. Adán Recofsky.

Ave María y Adelante...!
De Colores...!

15 de agosto de 2011

Suyai, crónica de un encuentro..

A las 16 hs. del sábado 6 de agosto, arrancó el SUYAI, el Jubileo de los Jóvenes, en las instalaciones del ENSPA. Fue un momento de encuentro especial con todos los jóvenes de la Diócesis mostrando sus diferentes facetas y creaciones culturales y pastorales.


Tres colectivos -los SUYAIBUS- de Pastoral de la Juventud, transportaron chicos de las parroquias más distantes. A las 16 dió la bienvenida el Padre Luis Domínguez y abrieron el escenario Elías y Eduardo de Fátima de Caraza. A partir de allí el escenario siguió con, Matías Ocampo, Hijos de la luz, Anawim, Emaús, Grupal y Maximiliano Crapanzano.

La Misa fue celebrada a las 20:30 por nuestro obispo y concelebrada por Monseñor Mario Milano, Obispo de Milán, con el servicio musical dirigido por Daniel Poli con su banda. Después de la Misa, siguió la fiesta con "La Otra Orilla" y cerró la infaltable música de Kerygma.
Hubo fiesta, baile, karaoke.
Hubo talleres para todos los gustos de: canto, expresión artística, guitarra, cine-debate, teatro, "Tu voto vale", Cómo hacer misión hoy, etc. Fueron 7 horas a pura Esperanza.


Mons. Frassia: “Llenarnos de actitudes nuevas”
Queridos sacerdotes, querido Monseñor Mario, obispo de Milán que ha querido estar con nosotros en esta celebración, queridos jóvenes que participan de este Encuentro Jubilar. Es una gran alegría estar con ustedes, compartir con ustedes, en este cincuentenario de nuestra Diócesis, y como lo reza la consigna de este evento, compartir con ustedes sus esperanzas. Este es un momento muy especial en que Dios nos llama a renovar nuestra fe y nuestro compromiso de cristianos. Y es importante que aprovechemos de estos momentos que son únicos para acercarnos más a Dios, a tenerlo más presente en nuestras vidas y a llevarlo en todas nuestras actitudes. Momentos para sentir su gran amor, para dejarnos llevar por Él, para escuchar que, mientras otros nos mienten, Él es nuestra única verdad y nuestro único camino. Tenemos que llenarnos de actitudes nuevas, positivas, creativas, desprendernos de los miedos y abrazar a Cristo. Debemos construir la Iglesia con Esperanza, Ustedes, queridos jóvenes son la esperanza de la Iglesia -como ya lo decía el papa Juan Pablo II- y no debemos sentirnos desprotegidos, a pesar de las dificultades y problemas que nos puedan aquejar. Estas fiestas patronales de nuestra diócesis son también para renovar nuestro compromiso como Iglesia diocesana, delante de la Virgen, para que nos ayude a ser fieles, a ser coherentes como Hijos de Dios, a ser colaboradores de la obra de Dios. Les deseo que continúen en esta senda, que no aflojen, a todos: ¡mucho SUYAI!

Ave María y Adelante...!
De Colores...!

11 de agosto de 2011

Primera Comunión en la Ultreya..!


Durante la Ultreya del mes de agosto, tomó su Primera Comunión, Hernán Heredia, de la Jornada XLI..

Feliz Comunión..!

Ave María y Adelante...!
De Colores...!

8 de agosto de 2011

Palabra de Vida de Agosto..

"Por sus frutos, los reconocerán"
Mt 7, 20.

1 No juzguen, para no ser juzgados.
2 Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo?
5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
7 Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
10 ¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
11 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
12 Todos los que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
13 Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
14 Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
15 Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
17 Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
19 Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
20 Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
21 No son los que me dicen: «Señor, Señor», los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?».
23 Entonces yo les manifestaré: «Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal».
24 Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.
25 Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
26 Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena».
27 Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande».
28 Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza,
29 porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.

Ave María y Adelante...!
De Colores...!

1 de agosto de 2011

De todos modos..

Las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas,
ÁMALAS DE TODOS MODOS.

Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.

Si tienes éxito y te ganas amigos falsos y enemigos verdaderos,
LUCHA DE TODOS MODOS.

El bien que hagas hoy será olvidado mañana,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.

La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable,
SÉ SINCERO Y FRANCO DE TODOS MODOS.

Lo que haz tardado años en construir puede ser destruido en una noche,
CONSTRUYE DE TODOS MODOS.

Alguien que necesita ayuda de verdad puede atacarte si le ayudas,
AYÚDALE DE TODOS MODOS.

Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a pesar de ello,
DA AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODOS MODOS.

(De un cartel en la Casa infantil de Calcuta).

Ave María y Adelante...!
De Colores...!