24 de octubre de 2007

Mi Cuarto Día, por Raúl Gigena..

En estas pocas letras voy a tratar de contarte los efectos del cuarto día en mi vida:

Vivir el cuarto día no me alejo de los problemas o inconvenientes que cualquiera de nosotros puede tener, pero sí me acercó magnificas soluciones;

Vivir mi cuarto día no terminó con aquellas rutinas que a veces tanto nos cuestan., como el trabajo, la facu, los quehaceres, etc., pero sí los hizo más agradables.

Vivir mi cuarto día no generó un cambio rotundo en mi fe, pero sí profundas raíces en ella.

Vivir mi cuarto día no cambio mi entorno, pero sí ni forma de verlo.

Vivir mi cuarto día no quito los días negros, pero si a todos elles los pintó de brillantes colores.

Vivir mi cuarto día no cambió mi vida, pero si la forma de vivirla.

Vivir mi cuarto día no me dio la felicidad, pero si me dio, todas las herramientas para conseguirla por mis propios medios…. Y estas herramientas radican el Jesucristo.

Ahora quería compartirte algo que recopilé de las charlas del retiro, que realmente marcaron mucho mi vida:

Dios nos dio, a parte de las facultades biológicas, tres facultades psicológicas espirituales: La inteligencia, la voluntad y la libertad. Si utilizamos la inteligencia y la razón para la búsqueda del bien y la verdad, empujando todo esto con voluntad y sobre todo haciendo uso de nuestra libertad, nos mantenemos en gracia, y es por la gracia de Dios que tenemos fe, la fe que nos hace verdaderos hombres, verdaderos cristianos, solo de esta manera tendremos conciencia de que somos hijos… y reconoceremos a Dios como padre, por lo tanto encontraras en el otro a un hermano y serás parte de una gran familia: LA IGLESIA. Entonces si volvemos al principio de esta cadena, vemos que debemos comenzar uilizando la inteligencia y la razón… Pero cual es la razón???? La razón es JESUS.

Por ultimo les dejo una frase que me quedo de mi jornada:

“Debemos pasa por las cosas, y no que las cosas pasen por nosotros; viví intensamente.”

Un Saludo para todos y De COLORES.

Raúl Jornada (XXXVI).

23 de octubre de 2007

Por algo será..

Hola Gente...!!! Cómo les va? Ahora les voy a contar un poquito como fue lo del llamado para el Equipo.
La verdad es que me tomó por sorpresa y no lo podía creer, pero bueno, estas son cosas que Dios nos regala. Para empezar les cuento que fue re loco todo... Jajaja!!.
El tema fue así: como estaba estudiando la carrera de Marino Mercante y bueno, empecé a hacer lo tramites para que me den el título!!, me mandaron a retirar los antecedentes penales y hacerme los estudios para poder ejercer, yo estaba re cebado. Pero cuando vuelvo con todos los papeles en orden me dicen que no tenían el titulo y me re calenté mal, porque después de preguntar bocha de veces que me hacia falta tenía que esperar 50 dias hábiles para que me lo den. Yo me quería matar, pero bueno es como todo, hay que esperar.
Bueno así estuve unos 2 días, caliente, pero otra no me quedaba y dije "Por algo será que no me lo dan". Ese mismo día, me acuerdo como si fuera ayer jaja!!!, me llama el capo de los capos diciéndome si quería estar en el equipo!!!. Yo me quede mudo unos segundo y él me dijo - ¿que pasa? lo podes pensar - ahí me entre a tentar de risa mal, pero mal!!!!. No tienen una idea, el chavón no entendía nada del porque me reía y ahí fue cuando le dije que SI!!!! de cabeza, aparte era como que me empezó a cerrar todo lo que me venia pasando y fue cuando más que nunca afirme que quería estar para todo. Esto explicándoselo al capo de los capos.
Empezamos a rodar. La verdad que todavía no lo podía creer, pero estaba ahí. Lo mas loco es que parecía que nos conocíamos de toda la vida jajaja!!!!. Entonces me empecé a cebar malllllllllllll pero mallllllllllll!!!!!!!!!!!!!! y predispuesto a lo que venga. Eso si, no les voy a mentir, tenía un poco de cagaso jaja!!, pero después, a medida que van pasando los rodajes era como que el miedo se iba achicando. Son cosas que pasan y ahora te puedo decir que me río de una manera!!!!!. Y eso no es nada, los hermanos que tengo al lado son de fierro!!!, pero esto no termina acá. En medio del rodaje me llamaron para un laburo que tenía, que tenía que ir como encargado. La cosa es que no era por acá, tenía que viajar a Misiones y me encima dijeron que tenia que estar un mes. Obviamente que dijo que "no" porque después de lo que me pasó decidí ponerme en manos del barba y el servicio que me toco es lo que mas me va. Es el laburo en silencio y ahí mas que nunca decidí entregar todo sin importar lo que se me presente. Por eso mismo hoy en día estoy re contento y a fuuullllllll con esto que es laburar por Cristo y para Cristo.
Para esto te digo que con el lema me la terminó de rematar "Gracias por haber respondido a mi llamado".
Así que bueno gente colorida, los voy dejando, un abrazo en cristo y nos estamos viendo.
Suerte y que sigan bien.

De Colores...!

Matías Fuchineco (Jor XXXV).

8 de octubre de 2007

Palabra de Vida de Octubre..

"Él más pequeño entre ustedes, es él más importante"
Lc 9, 48

1 Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades.
2 Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, 3 diciéndoles: «No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno.
4 Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir.
5 Si no los reciben, al salir de esas ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos».
6 Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.
7 El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: «Es Juan, que ha resucitado».
8 Otros decían: «Es Elías, que se ha aparecido», y otros: «Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado».
9 Pero Herodes decía: «A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?». Y trataba de verlo.
10 Al regresar, los Apóstoles contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los llevó consigo, y se retiró a solas con ellos hacia una ciudad llamada Betsaida.
11 Pero la multitud se dio cuenta y lo siguió. El los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados.
12 Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto».
13 El les respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Pero ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente».
14 Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Háganlos sentar en grupos de cincuenta».
15 Y ellos hicieron sentar a todos.
16 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirviera a la multitud.
17 Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
18 Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?».
19 Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado».
20 «Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios».
21 Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie.
22 «El hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día».
23 Después dijo a todos: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga.
24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará. ]
25 ¿De qué le servirá la hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?
26 Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.
27 Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver el Reino de Dios».
28 Unos ocho días después de decir esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar.
29 Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante.
30 Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, 31 que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén.
32 Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.
33 Mientras estos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: «¡Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». El no sabía lo que decía.
34 Mientras hablaba, una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor.
35 Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: «Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo».
36 Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo. Los discípulos callaron y durante todo ese tiempo no dijeron a nadie lo que habían visto.
37 Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, una multitud vino a su encuentro.
38 De pronto, un hombre grito: «Maestro, por favor, mira a mi hijo, el único que tengo.
39 Cada tanto un espíritu se apodera de él y se pone a gritar; lo sacude con violencia y le hace echar espuma por la boca. A duras penas se aparta de él, dejándolo extenuado.
40 Les pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron».
41 Jesús le respondió: «Generación incrédula y perversa, ¿hasta cuándo estaré con ustedes y tendré que soportarlos? Trae aquí a tu hijo».
42 El niño se estaba acercando, cuando el demonio lo arrojó al suelo y lo sacudió violentamente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, curó al niño y lo entregó a su padre.
43 Todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
44 «Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
45 Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.
46 Entonces se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.
47 Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, 48 les dijo: «El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande».
49 Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros».
50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes».
51 Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén 52 y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento.
53 Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.
54 Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?».
55 Pero él se dio vuelta y los reprendió.
56 Y se fueron a otro pueblo.
57 Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: «¡Te seguiré adonde vayas!».
58 Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza».
59 Y dijo a otro: «Sígueme». El respondió: «Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre».
60 Pero Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios».
61 Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos».
62 Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios».

Ave María y Adelante...!
De Colores...!