Soy Rodrigo y les voy a contar la experiencia de haber vivido la Jornada XXXIX de Mujeres, desde el Equipo. Esto para mi comienza a fines de Abril, cuando me llamó Julito y me pregunto si aceptaba ser parte del Equipo que iba a empezar a rodar en vista a la Jornada. No dude en decir que sí. Aunque en un primer momento no sabía bien a que le estaba diciendo que sí, ya que es el primer retiro que se realiza desde que yo hice mi Jornada, por lo cual no conocía nada del tema de los preparativos. Pero como la invitación venía de DIOS tenía que ser algo lindo.
Con el primer Rodaje vino la presentación de cada uno de los integrantes. A la mayoría no los conocía, y con el correr de los Rodajes pude ir conociendo un poco más de cada uno. Fueron un total de 8 semanas en las cuales fuimos descubriendo que era lo que DIOS quería de cada uno. El grupo se fue uniendo mucho en la Oración, y eso se fue notando con los mensajes y mails que eran prácticamente de todos los días. También quiero agradecer el apoyo que tuvimos de todo el Movimiento, nunca faltaron las Palancas, las cosas ricas para comer y por supuesto la Oración que como decía la Madre Teresa: “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
Para muchos de nosotros fue algo especial que la protectora de la Jornada sea Nuestra Señora de Luján.
Con el lema “Aquí estoy Señor, que quieres de mí? Hoy escucho tu voz”… entendimos el llamado y nos dispusimos a ser simples herramientas para trasmitir de la forma que él esperaba el mensaje para las Jornaditas.
Cuando llegamos al último Rodaje, la sensación fue que se terminaba algo que
nos había acompañado por muchas semanas. Pero estábamos contentos porque sabíamos que lo que venía era por lo que tanto habíamos rezado y dedicado nuestro tiempo. La última semana fue un poco a las corridas para todos, ultimando los detalles, para poder llegar con todo al jueves que iba a dar comienzo a la Jornada.
Uno termina de caer cuando empieza a vivir esos 4 días de cielo que DIOS tenía pensado para cada uno. En especial cuando se empezamos a escuchar a las chicas cantar y reir por lo que estaban viviendo.
La sensación de FELICIDAD que uno alcanza al escuchar los testimonios de las 21 almas, es inexplicable.
Solo DIOS sabe que será de cada una de ellas. Lo que si podemos sentir son las ganas que hoy tienen de vivir DE COLORES.
Nuestra Señora de Lujan, ruega por nosotros!
Rodrigo (J. XXXIX)