Fuentes eclesiásticas y policiales estimaron que 800 mil personas participaron en la procesión y la misa central, pero que el número de devotos que pasó por la ciudad este fin de semana pudo llegar a un millón. Pedir y agradecer, las motivaciones.
Una multitud, estimada en 800 personas, pidió y agradeció hoy los dones recibidos de María del Rosario de San Nicolás, al cumplirse 28 años de la primera "aparición" de la Virgen a una mujer de condición humilde de esa ciudad bonaerense.
Sin embargo, el sacerdote Carlos Pérez, rector del santuario, consideró que cerca de un millón de personas pasaron este fin de semana por el templo.
Las ceremonias religiosas con el lema "Ahí tienes a tu Madre" se llevaron a cabo en el "campito" de la Virgen donde, según las revelaciones a Gladys Quiroga de Motta, la Virgen quiso que se construyera el santuario.
A las 14.58, la imagen de la Virgen con el Niño Jesús, coronada hace dos años, salió del templo en medio de una lluvia de pétalos de rosas, mientras una marea humana acompañaba su paso con aplausos, exhibía pancartas con su procedencia y agitaba pañuelos y banderines celestes, blancos y rosados.
La imagen mariana junto con otra de San Nicolás de Bari, patrono local, ingresó por un pasillo abierto entre la gente hasta el campito, donde el obispo presidió la misa.
Previo a la celebración eucarística, la multitud improvisó el Feliz Cumpleaños a la Virgen.
En la homilía, el obispo local, monseñor Héctor Cardelli, vinculó su mensaje con el posible debate sobre la despenalización del aborto al asegurar que "el valor supremo de la vida humana es hacer la voluntad de Dios".
"Hoy, 25 de septiembre, hemos venido a este bendito lugar elegido por María. Las motivaciones que nos trajeron hasta aquí pueden ser variadas, cada uno conoce las de su corazón", destacó.
Los festejos centrales en honor de la Virgen comenzaron ayer con la llegada de la peregrinación a pie de jóvenes procedentes de Buenos Aires, y con una marcha de antorchas y con el saludo a María del Rosario de san Nicolás a la hora cero con fuegos de artificios.
En ese marco, Cardelli se dirigió a los jóvenes, instándolos a "ser feliz, hacer el bien y gestar la paz" y a "invertir la vida en algo que valga la pena" y no sólo "en el placer, el poder y la riqueza material".
La Ciudad de María, como se la conoce, se vio desbordada por promesantes que colmaron desde el viernes los hoteles aledaños al templo o se ubicaron en las casas de los nicoleños, que abrieron sus puertas para recibir a los peregrinos.
Los peregrinos expresaron las motivaciones que los llevaron a llegar hasta San Nicolás.
Un grupo de mujeres llegadas de Concordia, y también integrada por uruguayas, coincidieron en expresar que peregrinaron para "agradecer toda la salud que la Virgen nos da".
"Vine a pedir salud y a agradecer por una sobrina mía que al nacer sufrió varios derrames cerebrales y hoy está bien", acotó Nuncia, de la localidad bonaerense de Rafael Calzada.
En tanto, Marcos, de Trenque Lauquén, precisó que estuvo en San Nicolás desde que la Virgen dijo que "iba a haber agua en el campito" donde se construyó el santuario. "Siempre vengo a pedir y agradecer trabajo, salud y sobre todo paz para los argentinos", indicó.
San Nicolás, ubicada a unos 240 km. al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, también se vio invadida por numerosos vendedores ambulantes que aprovecharon la movida para "hacerse el día", en una combinación de comercio pagano y religioso.
Según estudiosos del Vaticano, la Virgen se habría manifestado por primera vez en San Nicolás el 25 de setiembre de 1983, ante Gladys Quiroga de Motta, hoy de 75 años.
De condición humilde, la mujer sigue viviendo en esa misma casa, a 50 metros del lugar donde hoy se encuentra el Santuario.
"Haced valer mis derechos", le habría manifestado la Virgen a Quiroga de Motta, y, a partir de ese momento, se produjeron numerosos mensajes y contactos, según ese testimonio.
Si bien la postura de la Iglesia católica y del Obispado local fue de cautela respecto del denominado "Milagro de San Nicolás", éste despertó una devoción fuerte y en crecimiento constante, que incluso es vista con agrado por la alta jerarquía eclesiástica.
Fuente: VR.