Que donde haya odio, ponga yo el amor.
Que donde haya ofensa, ponga yo el perdón.
Que donde haya discordia, ponga yo la unión.
Que donde haya error, ponga yo la verdad.
Que donde haya desesperación, ponga yo la esperanza.
Que donde haya tinieblas, ponga yo tu luz.
Que donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro!
Haz que yo no busque tanto ser consolado, como consolar.
Ser comprendido como comprender.
Ser amado, como amar.
Porque dando, se recibe.
Olvidando, se encuentra.
Perdonando, se es perdonado.
Muriendo, se resucita a la vida eterna.
Muriendo, se resucita a la vida eterna.
San Francisco de Asís.
Ave María y Adelante...!
De Colores...!