Esta cuaresma yo la definiría rara. Me pasaron muchas cosas, en los que me di cuenta el verdadero sentido de la Cuaresma. Empezó con un Miércoles de ceniza con poco interés a la celebración, y no darle importancia a que se aproximaba la Pascua. Viviendo el Campamento parroquial anual, caí en la cuenta de que el servicio a otros es mi vocación y descubrí mi misión en el mundo. De ahí vuelvo a darme cuenta para que es este tiempo. De reflexión! De perdón, de paz interior, de ayudar a otros, de darme cuenta estos días más que nunca lo que está por vivir Jesús y de lo que entrego por nosotros, unos simples humanos. Que lo abandonamos por cosas mundanas, que el día de mañana ya no van a estar más o que en el momento de la salvación no nos van a servir. Y solamente el único que va a estar ahí no importa lo que pase, o lo que hagamos, o como lo tratemos, o no le damos la importancia necesaria, ese es Dios. El que entrego a su hijo por mí, por nosotros, por VOS. Él que te perdona todo, y solo te pide algo. Arrepentimiento de corazón. Es tan poco lo que nos pide, y tan grande lo que nos da. Los invito Jornaditas que estos pocos días que quedan hasta la Pascua los vivamos a pleno.
Caro J XLI.
Ave María y Adelante...!
De Colores...!