Mientras vivíamos la Jornada II, en nuestra Diócesis se llevó a cabo el Encuentro del Buen Pastor, preparado por la Pastoral Vocacional... Y Seba Campero (J. XXXVII) y los chicos del Introductorio nos cuentan de que se trató...
La jornada del buen pastor se realizó en el santuario diocesano de las vocaciones, en la parroquia san Juan María Vianney, el santo cura de Ars. El encuentro tenía como lema El testimonio suscita vocaciones, lema que fue propuesto por el Papa para esta jornada que se celebró en todas partes del mundo.
Con un templo lleno de jóvenes de nuestra diócesis, el encuentro comenzó con un video en el que veíamos una variedad de personajes de diferentes ámbitos, conocidos por todos, entre ellos políticos, personajes de la farándula, santos de la iglesia, etc. y con tres preguntas que guiaban la reflexión acerca del video: ¿A quien le crees? ¿Por qué le crees? ¿Por qué no le crees?
Los seminaristas Pablo y Ricardo, animaron el encuentro y, de una manera dinámica, guiaron una reflexión acerca del video que acabábamos de ver definiendo que es un testimonio, su importancia en nuestra vida y en la de los demás, y de que manera, el testimonio y la coherencia es lo que hace que le podamos creer a una persona o no. Después de la reflexión, nos presentaron otro video, que siguiendo el mensaje del lema, podíamos ver a distintos sacerdotes, religiosos y religiosas, y seminaristas en diferentes actividades.
Para iluminar el tema con la palabra de Dios, compartimos el evangelio. Se leyó Jn. 1, 35-42, en donde vimos el llamado de algunos discípulos, y como el testimonio que uno da de su encuentro con Jesús, hace que otros quieran conocerlo.
Antes del cierre con la misa presidida por el Obispo Mons. Frassia, hubo un momento de adoración al Santísimo, este fue muy profundo, de encuentro personal de cada uno con Jesús para que cada uno rece por su vocación y escuche al Señor.
En la misa tuvimos la gracia de que cuatro seminaristas reciban la admisión a las sagradas órdenes y uno el ministerio del acolitado.
Al finalizar la misa se repartieron tarjetas con la oración por las vocaciones y las mismas nos invitaban a rezar especialmente por una congregación religiosa, un sacerdote, un diácono y un seminarista, de nuestra diócesis.
En pocas palabras este fue el encuentro del buen pastor. Que Dios guie a cada uno de nosotros por el camino que nos tiene planificado.
La jornada del buen pastor se realizó en el santuario diocesano de las vocaciones, en la parroquia san Juan María Vianney, el santo cura de Ars. El encuentro tenía como lema El testimonio suscita vocaciones, lema que fue propuesto por el Papa para esta jornada que se celebró en todas partes del mundo.
Con un templo lleno de jóvenes de nuestra diócesis, el encuentro comenzó con un video en el que veíamos una variedad de personajes de diferentes ámbitos, conocidos por todos, entre ellos políticos, personajes de la farándula, santos de la iglesia, etc. y con tres preguntas que guiaban la reflexión acerca del video: ¿A quien le crees? ¿Por qué le crees? ¿Por qué no le crees?
Los seminaristas Pablo y Ricardo, animaron el encuentro y, de una manera dinámica, guiaron una reflexión acerca del video que acabábamos de ver definiendo que es un testimonio, su importancia en nuestra vida y en la de los demás, y de que manera, el testimonio y la coherencia es lo que hace que le podamos creer a una persona o no. Después de la reflexión, nos presentaron otro video, que siguiendo el mensaje del lema, podíamos ver a distintos sacerdotes, religiosos y religiosas, y seminaristas en diferentes actividades.
Para iluminar el tema con la palabra de Dios, compartimos el evangelio. Se leyó Jn. 1, 35-42, en donde vimos el llamado de algunos discípulos, y como el testimonio que uno da de su encuentro con Jesús, hace que otros quieran conocerlo.
Antes del cierre con la misa presidida por el Obispo Mons. Frassia, hubo un momento de adoración al Santísimo, este fue muy profundo, de encuentro personal de cada uno con Jesús para que cada uno rece por su vocación y escuche al Señor.
En la misa tuvimos la gracia de que cuatro seminaristas reciban la admisión a las sagradas órdenes y uno el ministerio del acolitado.
Al finalizar la misa se repartieron tarjetas con la oración por las vocaciones y las mismas nos invitaban a rezar especialmente por una congregación religiosa, un sacerdote, un diácono y un seminarista, de nuestra diócesis.
En pocas palabras este fue el encuentro del buen pastor. Que Dios guie a cada uno de nosotros por el camino que nos tiene planificado.
Gracias Seba..!!