A la mayoría los conocía, 4 éramos de la misma parroquia de origen, que es mi humilde Pquia. Don Orione de V. Dominico, así que en el primer rodaje que tuvimos viví la alegría del reencuentro con muchos de ellos y del conocer por primera vez a algunos de “los nuevos”, al menos nuevos para mi.
Al final del 1er rodaje, ya nos dieron a cada uno la tarea encomendada por el jefe, a mi me toco cocina junto a Evelina y Pato, como ya nos conocíamos fue una gran alegría compartir este trabajo juntos y no fue difícil el ponernos de acuerdo, así que en los siguientes rodajes enseguida nos pusimos manos a la obra para preparar el menú y también las mercaderías que teníamos que llevar.
El tiempo del rodaje fue muy hermoso, el llegar y encontrar gente sonriendo y haciendo bromas, el rezar juntos, el compartir charlas, mates y también a veces almuerzos y siempre la merienda, el abrir el corazón al hermano contando cosas muy personales y el sentir esa confianza de aceptación y comprensión de parte del hermano, el escuchar con espíritu abierto el pensamiento y las vivencias de los demás. Todo eso solo ya valía la pena el juntarse desde el mediodía y toda la tarde en los 5 días que duro el rodaje y sin embargo todavía faltaba lo mejor: la Jornada.
Cuando nos juntamos el viernes 23 a la tarde en la casa amarilla (que no es la de Boca, jaja!) todos estábamos ahí, entre nerviosos y ansiosos por partir, pero alegres; luego de cargar todos los bártulos (ojala que se escriba así) partimos rumbo a la casa “Nuestra Sra. de Lujan” en V. Elisa, como yo no la conocía ni bien llegamos me puse a conocerla. La Jornada como siempre es agotadora en cuanto a su ritmo, se trabaja mucho y se duerme poco, pero todo este cansancio siempre es compensado por la alegría que se experimenta todo el tiempo y también es paliado por la ayuda inmejorable de los móviles que generosamente nos ayudan en las distintas tareas, ellos también siempre ponían toda su buena onda y sus ganas de trabajar por los demás.
Trabajo, oración, cansancio, alegría, mas o menos estos fueron algunos de los ingredientes mas significativos de esta V° Jornada II, al menos para mi, aunque tengo la impresión que no debe ser muy distinto en las otras jornadas. Fue muy lindo compartir estos días con todo el equipo, al igual que lo hicimos durante el rodaje, pero en la jornada todo se comparte con mas intensidad. Al final de la jornada vino la presentación del equipo, la emoción inevitable, la satisfacción y el alivio por la tarea cumplida, la vuelta a casa, la misa de clausura todos juntos y luego los abrazos interminables.
Todavía nos queda la excusa de reencontrarnos para hacer el balance, por supuesto con alguna comida de por medio. Sin dudas que en esta Jornada II me he visto conmovido por muchas cosas, que tocaron mi corazón, pero sin lugar a dudas que la que más me pego de todas ellas, fue el verme sorprendido…sorprendido por la alegría.
De colores!!!
Omar Chafa Esquivel. Jor XXV (1999)
Gracias Chafa..!!