Pronto todos seremos “bombardeados”, con el transcurrir de los días, con el tedioso asedio de la propaganda electoral. Antes que todo se transforme en material de opinión, que todo decaiga al terreno de lo subjetivo y sea trastocado por los intereses de uno y otro bando, invito a detenernos unos instantes para juntos replantearnos qué nos paso como sociedad en este año que se fue.
Ver las noticias del mundo solo puede confirmar como se cumple el previsible y anunciado desenlace de la civilización del materialismo egoísta que hoy por sus propias acciones esta en agonía.
El mundo desarrollado se “argentinizo” durante estos últimos años. Mientras tanto en nuestro país, entre conflictos estériles y despilfarro de fuerzas, comenzó a mostrarse una nueva “tribu urbana”; un conjunto “retro” de jóvenes y no tan jóvenes que dieron forma a una vanguardia de argentinos a la que intentan promocionar vía la manipulación constante de la realidad por los medios de “incomunicación social” como la nueva forma de participación popular.
Los Intereses mezquinos de uno y otro bando reducen, en medio de una fuerte vorágine, todos los acontecimientos sociales a una simplicidad utilitaria. Sus intereses en la gran mayoría de las oportunidades son desconocidos por el resto del pueblo o en el mejor de los casos son contrarios a los intereses del mismo.
Durante los festejos del Bicentenario aconteció algo totalmente impensado por los grandes opinologos y planificadores del intelectualismo enquistados en la cúspide del sistema de manipulación del “Aparato ideológico del estado” (medios + Sistema educativo + administración burocrática + fuerzas de seguridad, etc.): Durante la semana de Mayo los argentinos decidieron verse las caras, saber cómo eran los otros que también quieren un país distinto donde se pueda concretar los anhelos de felicidad según la tradiciones comunes de todo un pueblo. Y o sorpresa ¡eran muchos!
Rápidamente las fuerzas reductoras intentaron ocultar primero y arriar a las ovejas después para sus corrales. Como es común en ellos, la torpeza y el desconocimiento de su pueblo tuvieron mayor peso y la Argentina festejo de forma ejemplar en paz con alegría y sobre todo mucha esperanza.
Hombres y mujeres que piensan distinto se unieron bajo su común denominador: Son todos portadores de una voluntad colectiva que es la Argentina. Un pueblo que quiere seguir viviendo su destino marcado por su tradición y no por leyes o modas impuestas desde otros lados.
Los expertos en dividir volvieron a su menester y lograron sancionar la nueva Ley de “Matrimonio igualitario”. Desde lo poco acertado de su nombre en adelante no hay nada más para agregar…Pero nuevamente la sociedad carga con el costo de la aventura de una minoría. ¡Ojo! La minoría no es la de las personas de distinta orientación sexual sino la de una clase política, a espaldas de los intereses Nacionales, capaz de cualquier cosa por seguir perpetuando su poder.
Pero estos Hechos no son casualidad y a los católicos nos tienen que movilizar de forma particular.
Ocurrió el fin de un proceso político y también se puso en evidencia como se reprodujo y enquisto una forma de pensar y actuar dentro de cada rincón de las organizaciones e instituciones que forman la sociedad.
¿A qué me refiero? los católicos hace años que peregrinamos a los santuarios a venerar a nuestra madre y pedir o agradecer a nuestros mediadores con su Hijo. Al mismo tiempo vemos cómo se crean nuevas capillas, pero las Iglesias centrales pierden fieles. Proceso análogo ocurrió en nuestro sistema de representación Político, los partidos se vaciaron de participación popular y cada espacio fue ocupado por los técnicos de la materia. Es decir, donde antes había un Obrero padre de familia, hoy hay un puntero; donde antes había un profesional que aportaba su conocimiento para servir a su comunidad, hoy un profesional se sirve de su comunidad asquerosamente.
Es así como la Iglesia, es decir todos los bautizados, vemos pasar lo que acontece sin incidir positivamente en las cuestiones de Estado.
Los católicos encuentran un gran problema a sortear rápidamente o son obedientes al llamado del Santo Padre y profundizan el conocimiento de su Doctrina Social o una mañana amanecerán siendo extranjeros en su tierras.
Esta Argentina silenciosa marca su presencia ante los Intelectuales que intentan reducirla a su antojo. Esta es la Argentina que tiene FE y ESPERANZA esa argentina que resistió cuando la “Asignación universal” no estaba, esa Argentina que educo cuando las escuelas perdieron a sus docentes cuando ellos perdieron sus salarios, esa Argentina que curo cuando los hospitales no curaban , esa Argentina que creo trabajos para que en su tristeza y ansiedad muchos desocupados no se pierdan , esa Argentina que rescato a sus abuelos cuando las jubilaciones eran recortadas Esa Argentina, en fin, funciona por un montón de jóvenes anónimos.
Hoy estos Jóvenes buscan cómo encontrar un método de resolución y ejecución de decisiones.
La política “partidocrática” intenta seducirlos a todo precio. Una política especulativa que, por una parte, festeja la inflación y la inseguridad; que no tiene ninguna objeción de conciencia en entregar sangre de sus filas en pos de empeorar todo y detonar el caos, mientras otra parte festeja cada respiro que consigue a pesar de la torpeza de quienes no saben administrar lo público.
Esta forma de representación política murió, pero intenta arrastrar a su lecho de muerte todo lo que toca. Los últimos días vemos cómo todo lo que dio un descanso tras la muerte del ex Presidente recrudeció.
La desidia, la inoperancia, la torpeza y la codicia conspiran contra nosotros -hombres y mujeres de fe- que aspiramos a vivir en una comunidad organizada en la cual la economía esté al servicio de los hombres para satisfacer sus necesidades y para que estos puedan explotar todo su potencial creador y así realizarse en un pueblo que lucha por la Paz y que construye su felicidad.
Ante este avance del Pueblo, encontraremos durante el 2011 nuevas “arremetidas” que intentarán instaurar el aborto, olvidando que con él se concreta un plan de exterminio a largo plazo de los argentinos debilitando primero el poder político de la señora Presidente.
Si nos detenemos un solo instante podremos ver que hay mil peleas que, como católicos, no podemos dejar pasar. Y seguramente nuestras fuerzas no alcanzarán para todas las contiendas, pero sí el amor de Dios para asistirnos en esta misión de cuidar a su fiel pueblo.
Bueno, 2011 ¿Que hacemos dejamos que todo nos aplaste? ¿O tomamos el control para que nadie aplaste a nadie? ¡Esa es la gran cuestión!
Contamos con la guía para el camino, tenemos su auxilio y con eso ya saboreamos la victoria, esa misma victoria que nos impulsa a soñar por un instante qué país queremos. Solo con eso, contárselo a otro hermano y dejar que la esperanza sembrada empiece a dar sus frutos, la Felicidad es decir poder dar gloria a Dios no será vista como una utopía, sino nuevamente como la realidad de un Pueblo fiel que no se detiene en su misión trascendente.
Por Pablo Forcinito, J.XL.