15 de marzo de 2011

Primer Domingo de Cuaresma..

Mateo 4, 1-11.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar 40 días con sus 40 noches, sintió hambre.
Y el tentador, acercándose, le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes». Jesús le respondió: «Está escrito: "El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"».
Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo,
diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra"». Jesús le respondió: «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios"».
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: «Te daré todo esto, si te postras para adorarme». Jesús le respondió: «Retírate, Satanás, porque está escrito: "Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto"».
Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.

Esta lectura nos habla de las tentaciones por las cuales paso Jesús en sus 40 días y noches que paso en el desierto. A pesar de todo el las pudo superar ya que siempre supo que Dios su padre siempre estaba cerca de él.
Así como Jesús nosotros somos tentamos a lo largo de nuestra vida de diferentes formas y es cuando mas tenemos que demostras que nuestra fe puede más que cualquier cosa y que nunca estamos solos.
Es por eso que en este tiempo debemos armarnos de fe por medio de la oración y si es que llegamos a caer todo se puede arreglar con una buena confesión, siempre y cuando estemos realmente arrepentidos de lo que hicimos y deseemos estar en gracia con Dios y Jesús que después de todo el fue quien arriesgo su vida por nuestros pecados, sin pensar en él hizo el acto de amor más grande del mundo, porque ¿quién en estos tiempos arriesgaría su vida? Yo creo que muy pocos lo harían. Hay que dejar un poco el egoísmo de lado y pensar mucho más en nuestro hermano y en saber que si uno esta bien el otro también lo va a estar.
Carla Ramírez (J.XXXIX)
Ave María y Adelante...!
De Colores...!