Cuando me llamo Ale me sorprendió, no lo esperaba, pero mi “Si” salio de repente aunque cuando me entere que era para auxiliar, realmente tuve mucho miedo, pero mi si no titubeó.
Los 8 fines de semana realmente se pasaron en un abrir y cerrar de ojos, cada semana se sentía que en grupo de persona y una comunidad me acompañaban y nos acompañaban con las Oraciones y las Palancas.
Pero lo que me pegó muy fuerte fue la Jornada cuando vi llegar ese grupo de almas y de corazones sin color, me recordó que hacia 3 años yo había estado en ese lugar. Las horas empezaron a pasar y como una película de blanco y negro, y llena de lágrimas de tristeza se empezaba a transformar en una película de color con lágrimas de alegría. Saber que el Espíritu Santo estuvo con nosotros esos 4 días porque no hay manera de explicar que en 96 horas solo dormimos 5, ver que como tocaba a cada jornadista fue muy emocionante. Bueno llego el momento me tocaba dar mi charla y ver a Sergio me emocionó por que hacia 3 años Sergio me había dado la charla que estaba a punto de dar yo, una sensación de felicidad y alegría recorrió mi cuerpo porque en este equipo había muchas personas que me estaban viendo y acompañándome en mi crecimiento en la Fe desde el dia que entre a la familia de colores. Cada charla que paso fue como tocar de nuevo el cielo y recargar mis pilas en mi ideal. Llegó la clausura, fue una mezcla de todos los sentimientos nostalgia porque lo que duro 2 meses de preparación y 96 horas ya estaba terminado, alegría por que volvía con mi familia, de nuevo tristeza porque dejaba una familia que me acompaño durante varios días. No hay palabras para expresar lo que sintió mi corazón a escuchar los testimonios de los chicos y saber que yo fui un instrumento de Dios que ayudo a que se encuentren con nuestro papa de cielo.
Gracias, como dice mi esposa gracias por dejarme vivir 4 días de cielo.
DE COLORES!!
Leo.
Jornada XXXVI.
Leo.
Jornada XXXVI.