
La historia guarda bastantes parecidos con la reina del género, El exorcista (William Friedkin, 1973). Un seminarista a punto de dejar de serlo (Colin O´Donoghue) y que tiene graves conflictos con su padre (Rutger Hauer), es destinado por su superior a un curso de exorcismos en Roma. Allí, uno de sus compañeros de curso, un dominico, le «coloca» como ayudante del padre Lucas (Anthony Hopkins), veterano exorcista, para luchar contra un demonio que se ha enseñoreado de una adolescente embarazada.
John Mulderig, comentarista de Catholic News Service, señala algún error dentro del film (como el seminarista, todavía sólo diácono, dando la absolución a una víctima de accidente de coche) y avisa

De hecho, la película está basada en una historia real, la del padre Gary Thomas, de la Diócesis de San José (California), quien asistió a la première en Los Ángeles. Lo cual parece, en principio, un buen aval.
Ave María y Adelante...!
De Colores...!