La peregrinación internacional al santuario mariano se convirtió en un homenaje a Juan Pablo II. El arzobispo que presidió el acto principal afirmó que la Virgen intervino para salvarle la vida y permitirle convertirse en un “instrumento de Dios".
Decenas de miles de peregrinos conmemoraron el viernes el 94 aniversario de la aparición de la virgen en Fátima (Portugal), bajo un intenso calor y con el recuerdo de Juan Pablo II como telón de fondo.
Los creyentes comenzaron a llegar el jueves a Fátima, al norte de Lisboa, para asistir a una homilía presidida por el arzobispo de Boston (EEUU), Sean O'Malley, quien destacó la influencia de la virgen en "el curso de la historia".
El arzobispo recordó el atentado sufrido por Juan Pablo II en 1981 y se mostró convencido de que la virgen de Fátima intervino para salvarle la vida y permitirle convertirse en un "instrumento de Dios" que colaboró en el final del Telón de Acero y de "la opresión política del comunismo en el mundo".
La peregrinación internacional al santuario de Fátima de este año se convirtió en un homenaje a Juan Pablo II, quien fue beatificado el 1 de mayo en Roma.
Un vídeo sobre la vida de Karol Wojtyla se proyectó en varias pantallas gigantes al término de la misa, en medio del aplauso unánime de los asistentes al acto.
La aparición entonces de un halo alrededor del sol con los colores del arcoíris despertó la atención de los peregrinos, muchos de los cuáles se emocionaron por el suceso e incluso lo calificaron de "milagro", según los medios lusos.
Las elevadas temperaturas registradas en Fátima -cercanas a los 30 grados- fueron las principales responsables de que más de medio millar de personas tuvieran que ser atendidas por los servicios de emergencia.
El culto a Fátima tiene su origen entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, período durante el que tres niños portugueses aseguraron que habían sido testigos de varias apariciones de la virgen.
Los tres menores explicaron que ésta les hizo varias revelaciones -conocidas como los 3 secretos de Fátima- en estos encuentros, la primera sobre la muerte prematura de dos de ellos y la segunda sobre el final de la Primera Guerra Mundial, el inicio de la Segunda y el fin del comunismo.
Finalmente, el tercer secreto fue revelado en 2000 y en él se predecía el asesinato de un "obispo vestido de blanco" mientras atravesaba una gran ciudad, en lo que la Iglesia considera una profecía del atentado sufrido por Juan Pablo II en 1981, tiroteado por el terrorista turco Ali Agca.
Fuente: EFE.
Ave María y Adelante...!
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