12 de mayo de 2011

Tanto tiempo te busqué..

Habían pasado 5 días desde aquella imagen del Santo Padre dando una Bendición diferente. Era silenciosa y se podía percibir el esfuerzo y el tremendo dolor que sentía, ese dolor que lo “ataba” y lo disminuía.
Su enfermedad lo había consumido del todo, era increíble ver a ese hombre que podía sostener todo el peso de la Iglesia, y más aun, del siglo.
Allí fueron Mauro y Stefania, A la plaza San Pedro porque ya “su” Padre estaba agonizando. Pronto muchos jóvenes lo acompañaron desde la plaza que 26 años atrás lo anunciaban “Habemus Papam.. Cardinale: Wojtyla”, Pero esa hora estaban llenas de angustia. El mundo estaba lleno de angustia, no solo los católicos, sino el mundo entero. Pues, en el peor de los casos, Juan Pablo II es una figura destacada en el Siglo que acababa de terminar hace 5 años.
La multitud empezó a aclamar al Santo Padre dándole ánimos como diciéndole “Aquí estamos, Santo Padre”. Mauro y Stefania empezaron a animar también con la multitud hasta que Mauro oyó una vos familiar que lo decía tras sus espaldas: “Por tanto tiempo te busque”. No era en tono de reproche, mas bien era socarronamente amistoso.
Mauro se dio vuelta bruscamente ya que reconocía la vos pero no la podía identificar. No vio cara conocida auque esas palabras le resonaron en sus oídos, en su cabeza y en el corazón.
Ya para el anochecer, los partes médicos anunciaban un inevitable deterioro final y que estaba en plena agonía, solo era cuestión de horas.
Para Mauro, Stefania, todos lo que estaban en la plaza San Pedro y para todo el mundo empezaba a sentirse un dolor en el alma que no podían evitar. El Santo Padre se estaba despidiendo de este mundo, hacia “sus valijas” para partir a la casa del Padre.
Pasadas las 10 de la noche en San Pedro, El Arzobispo Argentino Leonardo Sandri, Pronuncio las palabras mas dolorosas que muchos jóvenes oyeron en sus vidas: “Nuestro amadísimo Papa, Juan pablo II, ha retornado a la casa del Padre”. Las lágrimas fluyeron por cada ojo, El Hombre que había vencido a los Nazis y comunistas, Detenido y evitado tantas guerras sin usar la violencia, sino la verdad, la justicia, la razón y el amor. Se había ido para siempre, dejando en cada una de las personas en San Pedro y en el mundo una sensación de abandono, ¡Habíamos quedados Huérfanos!
Pasada la una y media de la madrugada, Mauro y Stefania fueron a sus casas con una gran pena en su corazón, llorando la perdida de su Padre espiritual. En el mas profundo silencio, Mauro dejo a Stefania en su casa y se fue a descansar a la suya.
A la mañana siguiente, llamaron de su trabajo a Mauro anunciándole que no fuera a trabajar, por duelo nacional. El Jefe de Mauro no era creyente pero si muy respetuoso y como la mayoría de sus empleados son católicos, no quería que trabajen con la moral por los suelos.
Mauro salio de su casa para comprar el periódico, regreso a su casa, empezó a leer todas las notas sobre la muerte del Santo Padre. De pronto Palideció, su madre lo noto y le pregunto
–“Mauro, ¿Qué te pasa, hijo?”
Mauro no respondía y seguía atónito con estas líneas que leyó:

…Alrededor de las 7 de la tarde, El santo padre escucho desde su
Lecho de muerte a una multitud de jóvenes coreando su nombre a lo que el Santo Padre respondió:
“POR TANTO TIEMPO LOS BUSQUE Y AHORA VIENEN A MI”.
Esas fueron sus últimas palabras, fueron dirigidas a los jóvenes, su eterna e incansable labor…

Por Juan Carlos Guiscafre (J.XXXIX)

Ave María y Adelante...!
De Colores...!