14 de abril de 2011

Ese anhelo de ser Hombre, Cristiano, Santo y Ápostol..

Llegue a la Jornada de jornadas sintiendo un vacío espiritual desde hace tiempo. No tenía crisis de fe, pero si un alejamiento con la oración muy grande. Si bien mi compromiso para con Dios no vaciló ni por un segundo, hacía tiempo que las cosas no estaban bien. Tenía que averiguar por qué. Por gracia de Dios hubo dos amigos que conocían mi situación y me insistieron para que haga el retiro. Un mes antes comencé con la dirección espiritual, lo cual me ayudó mucho. La Jornada no pudo llegar en un mejor momento, porque cuando a Dios se lo busca, Él no se hace rogar. Era el momento preciso para tener ese tiempo para uno que, en la vida diaria la rutina no te lo permite, o muy a pesar mío, siempre termino encontrando otras cosas que hacer y dejando a Dios siempre en segundo lugar.
Hacía rato que había dejado de importarme ciertas cosas y me preocupaba en el fondo de mi corazón, no sentir más el anhelo de querer vivir y morir por Cristo como lo había sentido años atrás. En eso fue fundamental la intervención en el retiro de Santo Domingo Savio, fiel discípulo de Don Bosco, de quien soy muy devoto. Toda la vida de Domingo Savio exclamaba ese anhelo de Dios que yo había perdido, y eso me hacía sentir muy distanciado porque ya no pensaba ni sentía mi fe de la misma manera. Pero a medida que fueron pasando los momentos, me sentía cada vez mejor. Creo que una de las preguntas que me ayudaron fue ¿Qué significa Jornada en mi vida? Ya que fue una pregunta que nunca me la había hecho y me hizo reflexionar bastante ya que yo no me había enganchado del todo con el movimiento desde que hice mi Jornada en el 2009.
Jornada significa para mí recordar que la iglesia es mi casa y lo fue desde siempre, que es mi lugar en el mundo y es acá donde pertenezco, ya sea movimiento o parroquia, la iglesia es donde realmente me siento completo. Jornada significó y significa como dice
un amigo “un baldazo de agua fría, un despertar a la vida, un despertar a Dios”. Para mí significa eso y mucho más… para mí fue y es un despertar a la iglesia y a mí mismo, una vez más. Un mensaje de aliento. Un recordatorio de que la iglesia es mi mayor orgullo y de que siempre voy a contar con Cristo y Él conmigo.
La Jornada significó querer volver a recuperar ese anhelo de ser HOMBRE, CRISTIANO,
SANTO Y APOSTOL, como Santo Domingo Savio, que logró serlo a pesar de ser un niño. Si bien la Jornada fue un retiro metodológico no sólo me sirvió para conocer más al movimiento sino para reencontrarme con ÉL una vez más y así encontrar las fuerzas
necesarias para crecer en mi fe y en mi relación con Dios, porque si uno trabaja con ÉL no hay obstáculo imposible de vencer.

PERNI (JOR 38 DE HOMBRES)